David Maruny: “Al campo energético le faltaba incorporar el vector social” - Ara
Fuente: Diario Ara
Entrevista sobre el banco de energía en el marco de las jornadas-taller “Pobreza energética: una mirada nueva” organizadas por TarpunaCoop con el apoyo de la Obra Social ‘La Caixa’ y la Diputación de Barcelona.
La periodista Mireia Esteve , del diario Ahora, entrevista a David Maruny , Presidente de la Asociación Banco de Energía el día que se presentaban los resultados de la experiencia recorrida hasta el momento ante los asistentes a la jornada inaugural.
Formado en el campo de la ingeniería, David Maruny ha ido enfocando su actividad hacia el ahorro de energía y la lucha contra la pobreza energética
El interés que David Maruny pone en el aspecto social ha cristalizado en el banco de energía, una entidad con 58 socios y colaboradores que aportan una cuota de compromiso anual y, además, también intentan compartir el ahorro. De momento, ya ha puesto en marcha dos planes piloto desde abril de 2015 en Premià de Dalt y en Sabadell, que unen el ahorro energético con el acompañamiento social de familias en situación de vulnerabilidad. Hace unos días habló de este proyecto en una jornada en el Palau Macaya de la Obra Social La Caixa sobre La pobreza energética y global.
¿Qué es el Banco de Energía?
Es un banco de recursos como, por ejemplo, el Banco de los Alimentos, el Banco de Tiempo o el Banco de Sangre. Bancos solidarios de redistribución. Es una iniciativa que nace como una idea de innovación social de la cooperativa Tarpuna, que en sus ámbitos de actuación hace proyectos de ahorro energético compartidos con organizaciones. En 2012 salieron los primeros informes de pobreza energética tanto en España como en Cataluña y pensamos que si somos capaces de compartir ahorros, podríamos colaborar entre todos y que una parte fuera para combatir la pobreza energética. Después quisimos compartir con las áreas de Medio Ambiente de la Diputación y la Generalitat y les pareció muy buena idea, pero el apoyo de la administración es dilatado en el tiempo. Una vez estructuramos la idea, decidimos que había que hacer una prueba piloto: en Premià de Dalt y en Sabadell. Ahora hemos de verificar los puntos fuertes y los puntos débiles para ir viendo cómo se puede trasladar a otros puntos del territorio.
Cómo funciona el Banco de Energía?
Hay dos vertientes. Por un lado, el ahorro que solidariamente se hace se redistribuye para la acción social, y por otro, se hace un acompañamiento de las personas o las familias vulnerables. Ni una cosa ni la otra son nuevas por separado, pero juntas sí. En el acompañamiento se trata de ir a casa de las familias y analizar energéticamente la vivienda, de una manera conjunta, y ayudarles con lo que sea: revisar las facturas, poner un poco de orden y concienciación y, sobre todo, detectar no sólo si pueden ahorrar, sino en qué condiciones pueden vivir.
¿Qué lo hace especial?
El objetivo no es sólo ir a decirles qué deben hacer y ayudarles a hacerlo, sino que la voluntad del banco de energía es, en función de los recursos, invertir en mejoras más específicas, es decir, cosas que vas detectando y que tal vez ya no son 100 euros de inversión en cambios para vivienda, sino que se trata de 1.000 o 2.000 euros. Por ejemplo, si un techo no está bien aislado ya aquella familia le pones calefacción, gastarán el triple. Por lo tanto, queremos actuar sobre la mejora en la vivienda porque esto implica una rebaja considerable de lo que tienes que pagar. O una mejora del confort. También tenemos una necesidad real de desarrollar el autoconsumo y las energías renovables a escala local y familiar, priorizando estas familias.
Y este acompañamiento, no lo hacen los ayuntamientos de cada municipio? Os compleméntelas?
Es uno de los puntos en que nos convendría reflexionar después de la prueba piloto. Cuando empezamos sólo incidía en el pago de las facturas en los casos de emergencia social, pero no iba más allá. Ahora en muchos lugares esto ya se ha ido incorporando. De hecho, la Diputación está poniendo en marcha un programa de apoyo a los ayuntamientos que tiene el mismo componente que la acción social del banco de energía. Por lo tanto, esto puede poner en duda el sentido de todo.
Hablas de cerrar el círculo.
Sí. ¿Por qué hacemos ahorro energético? Sólo por el tema económico? En el campo energético es clarísimo el vector ambiental y el vector económico, y faltaba incorporar, claramente, el vector social.Pues por eso queremos cerrar el círculo. Y esto genera una oportunidad de sinergias brutal, la imaginación se dispara y hay muchas cosas que se pueden hacer.
Como le afecta la emergencia energética actual?
Hemos actuado mucho con familias que están en emergencia, aunque esto no debería ser central en el esquema del banco de energía, que es una herramienta para prevenir, no es una herramienta inmediata para resolver todos los casos de pobreza energética del municipio pasado mañana. El objetivo es iniciar una rueda para actuar preventivamente, a largo plazo.
¿Qué estrategias se necesitan para solucionar este tema? ¿La administración debería implicarse más en la solución de la pobreza energética?
En el último congreso de pobreza energética se habló de las posibles estrategias. La conclusión que saqué de la mesa es que realmente la renta garantizada de ciudadanía debería ser buena parte de la solución, pero debe ir acompañada necesariamente del derecho de acceso y de un acompañamiento, porque cuanto mejor gestiones tu energía, más recursos tendrás para otras necesidades. En relación al banco de energía, una de las principales dificultades ha sido como incorporar la administración supramunicipal a este esquema, porque no ha habido concreción efectiva y esto limita bastante.Pedimos que garanticen un apoyo específico para los acompañamientos que estamos haciendo, que no son millones, para ir conociendo el proyecto y irnos el haciendo nuestro.